111 Osborne Street,
Danbury,
06810
Connecticut,
United States
Me llevaron al hospital inconsciente y me desperté con un médico que me estaba haciendo un examen pélvico. Estaba sobrio y desnudo. Resulta que me drogaron y me agredieron brutalmente. No había hecho nada malo. Me trataron como a un animal. La enfermera me dijo que el médico de urgencias estaba cabreado porque había que vigilarme debido a las drogas que alguien me dio. Tenía miedo de no tener ni idea de lo que estaba pasando. Así que llamé a un amigo y a mi abogado porque me estaban restringiendo sin motivo. La enfermera me desató. Mientras hablaba por teléfono con mi abogado, tres guardias de seguridad entraron gritándome que me «jodiera» por teléfono, las enfermeras y el personal intervinieron diciendo que estaba bien y que estaba hablando por teléfono con mi abogado. Expresé que no pueden llevarse mis cosas, ni tocarme sin mi consentimiento. El médico se puso furioso. Una vez más, las enfermeras y el personal me defendieron. No tenía ni idea de por qué estaban tan enfadados conmigo. El médico le dijo al guardia de seguridad que me sujetara. ¡Todo el mundo gritaba que no! Decía que estoy hablando por teléfono con mi abogado, no doy mi consentimiento. ¿Por qué haces esto? Estás violando mis derechos. El médico procedió entonces a decir: «¡Te drogo de nuevo si no me escuchas!» Luego me arrancó el teléfono y salió de la habitación. A mi abogado se le negó el acceso a mí. No solo me sometieron a una violación médica, lo que negaron, sino que fui tratado inhumanamente por un médico que no debería ejercer la medicina. Las enfermeras estaban horrorizadas por sus acciones y trataron de consolarme. ¿Así es como tratamos a las víctimas? Los médicos abusan más de ellos. Tengo un trauma médico por ese evento que ni siquiera puedo ir a un hospital o al consultorio del médico con una angustia emocional extrema. Más tarde me dijeron que a 30 mujeres más les había sucedido esto en el mismo centro. No vayas a la sala de emergencias de Danbury.
